http://www.directoalpaladar.com/recetas-de-sopas-y-cremas/ajoblanco-malagueno-receta
La receta del ajoblanco es muy sencilla y fácil de elaborar. No tiene secreto. Los malagueños lo saben muy bien pero aún así no hay dos ajoblancos iguales.
Pasa lo mismo con casi todas las recetas clásicas que provienen del saber popular. En cada casa lo hacen a su manera. No obstante, con más o menos ingredientes, más claro o más espeso, lo que no se pone en duda es que el ajoblanco forma parte del acervo cultural malagueño. Y por extensión, de todos nosotros.
Los ingredientes para 1 litro
100 gr. de almendra sin tostar, 2 dientes de ajo, 1 litro de agua fresca, 150 gr. de miga de pan, 100 ml. de aceite de oliva virgen extra (AOVE), 30 ml. de vinagre de vino blanco, una pizca de sal.
La preparación del ajoblanco malagueño
Primero debemos poner a remojo el pan si es que lo tenemos duro. Ponemos un par de rebanadas de pan de payés en agua fría para que la miga se ablande. Cuando esté maleable, la apartamos de la costra y la reservamos.
Mientras, habremos puesto a hervir una olla con agua. Cuando hierva, ponemos las almendras en un colador y les damos un par de escaldadas con un cucharón, es decir, les tiramos por encima dos o tres cucharones de agua hirviendo. Dejamos enfríar unos minutos y las pelamos.
La forma tradicional de elaboración del ajoblanco manda majar en un mortero los ajos y las almendras con un poco de sal. Luego añadir el pan remojado y hacer una pasta a la que le vamos añadiendo el aceite para que ligue. Se le añade entonces el vinagre y finalmente el agua bien fresca.
Otra opción, igualmente eficaz a mi modo de ver, es poner en un vaso de batidora la almendras bien peladas y batirlas con los dos dientes de ajo y un poco de agua fría que tendremos en la nevera. Batimos bien, le añadimos la miga de pan, el aceite y el vinagre y seguimos batiendo. Finalmente acabamos de poner el agua necesaria, rectificamos de sal y dejamos enfriar en la nevera.
Servimos en una sopera o en raciones individuales acompañado de uva moscatel.
Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Media
La degustación
El ajoblanco malagueño es una receta ciertamente agradecida cuando los termómetros suben. El agua bien fresca, combinada con la miga de pan y el vinagre dan una sensación refrescante que no tiene rival. Eso no es nuevo. Las legiones romanas ya lo sabían y usaban con asiduidad el vinagre bien rebajado para refrescarse en sus largos días de marcha.
Pero volvamos a lo nuestro. El ajoblanco es un plato que se puede acompañar con diversos tropezones: un poco de jamón, un cubos de melón, incluso unas tiras de mojama o un poco de patata y judía verde hervidas y troceadas. Ahora bien, lo tradicional son unas uvas bien dulces como las que da el moscatel. Excelente.
Almáchar se encuentra en el corazón de la Axarquía, a 200 metros de altitud y enclavada entre suaves cerros plantados de viñas. Su núcleo urbano se sitúa a 35 kilómetros de Málaga y a 14 de Vélez. Almáchar es cruce de caminos dentro de la Ruta de la Pasa, conectando con Moclinejo por el sur, el Borge por el norte y Benamocarra por el este.
Rodeada de viñas que cubren las lomas cercanas, el municipio forma parte de la conocida Ruta de la Pasa. Los campos de olivos y cereales también encuentran hueco en esta tierra, extendiéndose por la cuenca del río Almáchar.
Las casas de labor salpican los cerros y sus habitantes se dedican a la vieja labor de obtener el fruto de los viñedos. Las viviendas se acompañan de los típicos paseros donde las uvas se entregan a los efectos del sol y el tiempo hasta que se convierten en pasas. Cerca, las riberas de los ríos ascienden transformados en bancales de hortalizas, cítricos y frutales hasta la misma entrada del pueblo. Esta particular suma de paisajes ha convertido en entorno natural de Almáchar en un verdadero collage de color y luz. Y en lo alto, vigilante incansable, el casco urbano. Sus calles se encuentran y se separan en un intrincado de perfiles moriscos, formando rincones de un tipismo abrumador. Los Jardines de El Forfe, el barrio de las Cabras y la Plaza del Santo Cristo rescatan el sabor más puro de las localidades axárquicas.
Datos de Interés
Número de habitantes: 1980
Extensión del municipio: 14 km2
Web: www.almachar.es
Email: almachar@sopde.es
Teléfono: 952512002
Historia
El pueblo debe su origen, como la mayoría de la zona, a los poblamientos durante la época árabe, reflejado en su disposición urbana de callejas, y en el nombre de Almáchar, que proviene del nombre árabe Maysar o Machar, que significa “Los Prados” o “Tierra de Prados”. En el castellano antiguo se denominó Almáchar.
Formaba parte de las llamadas “Cuatro Villas” junto con Cútar, El Borge y Moclinejo, que vivían a la sombra del castillo protector de Comares, y que tras la conquista de la región en 1487 continua dependiendo de dicha villa, como reza en los Repartimientos de Comares con ordenanza fechada en Segovia el 20 de Agosto de 1494 dirigidos por el bachiller Serrano; a tal efecto fue llamado el alguacil Mahomat Alhomari y el vecino Mohamat el Maalen, ambos de Almáchar. a fin de que en Comares se confeccionara el deslinde para el Repartimiento.
Durante los primeros años de dominio cristiano (1491), la cesión a 64 cristianos pecheros de las mejores y más fértiles tierras de su alfoz provocó malestares y el abandono de algunos moriscos que buscaron otras tierras con menos recelos, sobre todo en la década de 1500-1510.
En 1755 sufrió una serie de movimientos sísmicos que obligó a la población a salir de sus casas y refugiarse en cortijadas y en el campo.
Estas tierras preciadas por su muy alta calidad y cantidad de producción de pasas de la variedad lexia, aparecían ya en 1556, tras de El Borge, como las de mayor producción.
Aún en 1611, fecha de las Ordenanzas de Málaga, figura Almáchar, en la relación de pueblos de la Axarquía, como Macharalhayate,; posteriormente, en la cima de alguna loma en la que se asienta el pueblo, se coloca una cruz de gran tamaño que hizo que el pueblo en muchos escritos apareciera con el nombre de Almáchar de la Cruz, y da razón de ser al escudo del municipio.
En la relación de pueblos pertenecientes a la Corona de Castilla de 1646 figura la relación nominal de los vecinos de Almáchar que eran 244 habitantes en 1591, y 228 en 1646.
A fines del S.XIX y comienzos del presente era conocido el pueblo de Almáchar, dentro y fuera de la región, por la buena calidad de sus lienzos que fabricaban en telares artesanales y de los que se llegaron a contar más de cien.
HistoriaAunque el archivo parroquial y del municipio fueron destruidos en 1936 con la Guerra Civil, todavía se guardan documentos que datan del 7 de Febrero de 1537 en que se celebró el primer bautizo en el pueblo, y del 2 de Febrero de 1573 en que se celebró el primer matrimonio religioso.